Guías nutricionales para practicantes de yoga: energía limpia, mente clara

Fundamentos yóguicos de la alimentación

Optar por lo sencillo, fresco y poco procesado favorece una mente clara y una digestión amable. Recuerdo cómo, al cambiar desayunos pesados por platos sattvicos, mis equilibrios en árbol se estabilizaron y mi respiración ganó profundidad.

Fundamentos yóguicos de la alimentación

Frutas maduras, verduras de temporada, legumbres bien cocidas y semillas activadas transmiten vitalidad tangible. Notarás menos somnolencia en savasana y más ligereza en transiciones si priorizas prana antes de la práctica matinal.

Macronutrientes que sostienen tu práctica

Avena, batata, arroz integral y legumbres ofrecen liberación gradual de energía. Una anécdota: cambié pan blanco por mijo en el almuerzo y mis saludes al sol vespertinos fluyeron más constantes, sin bajones repentinos ni ansiedad.

Micronutrientes clave para yoguis

Hierro y B12: vigor sin niebla mental

Incluye lentejas, garbanzos, espinacas con vitamina C, y considera B12 suplementada si eres vegetariano o vegano. Notarás mejora en resistencia y claridad mental durante pranayama y secuencias de equilibrio exigentes.

Calcio, magnesio y vitamina D: estructura y calma

Tahini, almendras, col rizada y agua dura aportan calcio; el magnesio de cacao puro y legumbres relaja músculos. La vitamina D, del sol responsable, mejora huesos y ánimo, clave para sostener prácticas constantes y seguras.

Omega-3 de origen vegetal: antiinflamación alineada con ahimsa

Semillas de chía y lino aportan ALA; algas ofrecen EPA/DHA veganos. Estos lípidos ayudan a reducir inflamación, favoreciendo recuperación y movilidad, especialmente tras series largas de guerreros y arcos intensos.

Ayurveda aplicado a tu plato

Vata agradece comidas tibias y untuosas; pitta prefiere sabores dulces y amargos con frescor; kapha prospera con especias y ligereza. Observa tu tendencia dominante y comparte en comentarios qué ajustes te han servido.

Ayurveda aplicado a tu plato

Jengibre, comino, hinojo y cúrcuma despiertan agni y suavizan gases. Un té de jengibre antes de practicar me regaló torsiones más cómodas y una sensación de calor estable durante toda la secuencia de pie.

Desayuno previo a Vinyasa suave

Porridge de avena con pera cocida, canela, semillas de chía y un toque de limón. Lleno de fibra soluble y carbohidratos complejos, sostiene 60 minutos de fluidez sin pesadez ni picos bruscos de azúcar.

Comida de recuperación tras Ashtanga exigente

Bol de quinoa con tempeh marinado, brócoli al vapor, zanahoria rallada y tahini-limón. Aporta proteína completa, hierro vegetal y vitamina C, apoyando reparación muscular y recarga glucogénica con sabor vibrante y saciante.
Twistergarments
Privacy Overview

This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.